Brasileña, nacida en la ciudad de Belo Horizonte, Luna La Hara está formada en la carrera de Producción Multimedia, además de poseer dos postgrados y un master en administración. Impartía clases en una universidad en Brasil, aunque hoy en día es socia de una empresa en el sector de la hostelería junto con su esposa.

Desde 2023 vive en la ciudad de Chipiona, en el sur de España. Eligió este pueblo de poco más de 18 mil habitantes a través de vídeos en youtube y basándose en dos cosas: de un lado las ganas que tenía su esposa de vivir en una ciudad costera; De otro, su propia voluntad de estar cerca del lugar más importante para los adictos en la droga llamada "Flamenco": Jerez de la Frontera.

Luna cuando sale a buscar un vaso de agua en la cocina, ve una botella vacía y la tira a la basura. Decide bajar la basura, pero encuentra un paquete en el camino, lo abre y olvida de la basura. Y así va dejando su rastro por la casa.... Sí, tiene un déficit de atención pesado. Y para que yo pueda aguantar convivir con tal confusión, es importante decir que la hija de puta obtuvo la increíble marca de 141 puntos en la prueba de coeficiente intelectual. Así que sabe mucho de todo y ahorra a su familia mucho dinero hacendo por si misma servicios por los cuales yo tendría que pagar.

Ha sido skater, guitarrista de una banda de rock y campeona de Street Fighter 2, donde descubrió su verdadero talento como empresaria, pues vendía mangos para comprar fichas para jugar. Fue técnica de reparación de ordenadores, dueña de una tienda de ropas y vendedora de medicamentos, donde desarroló su hipocondriasis moderada. Pero fue a los 17 años, cuando su padrastro le regaló un DVD de Paco de Lucía, cuando se enamoró del flamenco.

Hablando de pasiones, Luna tiene pocas: su querida abuela Dora, su hijo Miguel y el flamenco.

Quien ve sus fotos siempre arreglada y tan guapa en sus redes sociales, se sorprende al conocerla en persona. Luna es una mujer sencilla, divertida, que sabe hablar de todo, loquita y sin ninguna habilidad para bailar (lo que no la impide de hacerme pasar verguenza en las discos). Pero cuando coge la guitarra, óstiaaa! Es como un hurracán! Todos se detienen a verla tocar.

¿Y quién mejor que su esposa para escribir esta biografía?

​​

Por Faby La Hara